viernes, 27 de noviembre de 2015

Me acostumbré…

Me acostumbré a caminar a tu lado entre el vaivén de las hojas secas,
Me acostumbré a saborear en cada comida un beso de tu boca fresca,
Me acostumbré a inhalar tu aliento mientras duermo en tus brazos envuelta.

Me acostumbré a hablarnos de amor hundiéndonos en miradas inquietas,
Me acostumbré a terminar las noches con el susurro de tus frases traviesas,
Me acostumbré que a tu lado la vida se construye con detalles y no con falsas promesas.

Me acostumbré a sentir tus tibios dedos resbalando entre mis piernas,
Me acostumbré al perfume de tu sudor y el mío inundando nuestra pieza,
Me acostumbré a la locura de amarte sin el paso del tiempo bajo la luz de las estrellas…  


lunes, 17 de agosto de 2015

Indescifrable...

 

En mis noches de desvelo cuando mis ideas vagan en medio de la nada,

busco descifrarte entre tantos rostros que flotan en mi mente apesumbrada,

pero sólo sigues siendo un rostro que se esconde detrás de una máscara…

 

En uno de esos instantes donde el gran intérprete es el silencio y sobran las palabras,

un rocío se va esparciendo simulando sábanas que cubren mi cama,

mariposas aleteando interrumpen sigilosamente mi eterna madrugada.

 

Y esa sutil aroma que tal vez emerja de tu pecho con olor a cerezas y avellanas,

y esos ojos que entre la penumbra creo ver apareciendo en esta hora menguada,

y unos brazos invisibles que me arrullan al compás de un corazón de niña asustada...


viernes, 20 de marzo de 2015

Me voy...

Me voy llevándome tus ojos para alumbrar mi sendero,
me llevo también la humedad de tus labios para no morir sediento.

Me voy porque la indiferencia ha sepultado a este sentimiento,
pero el latido de tu corazón me lo guardo aquí en mi pecho,
y así sobrevivir a tu recuerdo en este hostil invierno...

Me voy llevándome tu ángel para cuidar mis más profundos sueños,
me llevo también la alegría de tu alma para no morir en el silencio.

Me voy porque tu barco ha decidido partir de mi puerto,
pero el latido de tu corazón me lo guardo aquí en mi pecho,
y así sobrevivir a tu recuerdo en la infinidad de éste océano muerto ...



domingo, 8 de febrero de 2015

Tu sonrisa detrás del espejo

Tu sonrisa detrás del espejo y mis manos con dedos de tijera queriendo atraparla,
tu perfume ondeando en el aire con mis ganas deslizándose por tu espalda,
y tu voz delirante saliendo por las cuerdas de mi guitarra.

Tu carácter desenvuelto atravesando mi conciencia como una espada,
tu andar decidido avivando mis miradas,
y tu ternura escondida cuando mi curiosidad buscaba tentarla.

Tus finos labios callando las palabras y mi verso pretendiendo descifrarlas,
tus manos alargadas abrigando historias mutiladas,
y tu soledad sin fin desesperanzando cada vez más a mi alma.

Tu sonrisa detrás del espejo, en mi memoria aprisionada...